
PACTO CON LOBOS Y NO PRECISAMENTE DE WALL STREET.
Una película loquísima con un inaudito guión, un film de arte marciales a la francesa que regala escenas muy imaginativas de coreografía sangrienta pero que llegan a ser efectivas debido al presupuesto de la producción claro está.
Diversos seguidores del cine de acción llegan a defenderla como una película de culto. Lo que sí es de admirarse es la manera tan valiente que intenta proyectar sobre un género bastante gastado queriendo reconciliar a las producciones hollywoodienses con la finísima tradición europea y que finalmente lo consigue sin perder su propia identidad. Y si no está claro podemos decir lo siguiente: la gran aceptación del público europeo ya de por si exigente convirtiéndola en un éxito taquillero.
La asociación de un caballero francés que se roza con el propio Rey de Francia y la de un indio iroqués de la tribu Mohawk, que intentan descubrir el misterio de la bestia que relata un hecho de finales de 1700 y que forma parte de las leyendas vivas europeas. La mezcla de culturas consigue un fin, aunque los demás traten de separarlos.